La noción de abandono hace referencia al acto de dejar de lado o descuidar cualquier elemento, persona o derecho que se considere posesión o responsabilidad de otro individuo.
Esta herida se forja en los tres primeros años de vida del individuo, y es causada por el dador de vida del sexo opuesto. Padre o madre ausente emocional o físicamente.
Las heridas se repiten de una generación a otra. Esto quiere decir que la misma herida se produjo en él o ella por el sexo opuesto también.
Esta herida se sitúa en el plano del tener y hacer. No en el ser como en la del rechazo.
Se origina cuando…
-su madre o padre se encuentra ocupad@ con un nuevo bebé.
-si sale a trabajar, y tiene poco tiempo para él/ella.
-si lo llevaron al hospital/clínica y debió permanecer allí.,
-si lo dejaron con la abuela cuando sus padres se fueron de viaje.
-se ve obligado a arreglárselas sol@ ya que ambos padres no están disponibles.
-la ausencia de nutrición física también puede originar una herida de abandono.
La herida del abandono activa el miedo, la inseguridad, la victimización, y desconfianza.
Hace caer en una dependencia emocional sea con tu pareja, amistades, o cualquier otro vínculo. Esta dependencia puede hacer que se mantenga relaciones tóxicas.
La máscara del abandono: DEPENDIENTE.
El cuerpo físico de esta herida refleja la necesidad de apoyo, son personas sin tono muscular, encorvadas de espalda, generalmente, así como ojos tristes y grandes.
Cuánto más grande la herida, más grande la máscara.
El dependiente percibe el final de cualquier cosa agradable como un abandono.
La máscara del dependiente le teme a la autoridad o la rechaza. Alguien autoritario no podría ocuparse de él porque es lejano y frío.
El dependiente manipula, chantajea, hace puchero ya que le cuesta aceptar una negativa.
La tristeza es la emoción más intensa que experimenta el dependiente. El miedo más profundo: la soledad.
El dependiente utiliza la frase YA NO PUEDO MÁS. Es muy común escuchar un tono de voz infantil en ellos, solemos hacer muchas preguntas. Aunque pide muchos consejos, suele hacer las cosas a su modo. ¿Por qué? porque no busca ayuda sino apoyo.
Carácter: víctima, fusional-apego. Necesidad de presencia, atención y sobre todo, apoyo. Dificultad para hacer o decidir cualquier cosa por sí mismo. Un día está alegre y el otro triste. Se retrae físicamente de los demás. Mental. Le gusta tener espectadores. Le gusta el sexo. Prefieren no mostrarse tan independientes para que los otros no los dejen solos, no suelen ser líderes. Les cuesta cerrar ciclos, o terminar con personas ya que es una necesidad constante de no abandonar.
La herida del abandono los lleva a abandonarse, y a lamentarse de sí mismos.
Los cambios les agobian, por ejemplo, de la soltería al matrimonio, una mudanza, un nuevo empleo, subir de peso, un accidente, una separación, la muerte o nacimiento, etc.
El abandonado se siente responsable de sus adultos, sus padres, en forma especial de la madre. Los perciben tan incapaces que adquieren la idea de que deben protegerlos.
Es común que se sienta responsable de la desgracia de los otros porque tiene la capacidad de fusionarse rápidamente con los demás; intiman fácilmente.
Manifestaciones de esta herida:
Busca constantemente la presencia y la atención de su pareja/familiar/amistad.
Provoca dramas o enfermedades para llamar la atención o dar pena. Se victimiza.
Se ocupa de su pareja con la esperanza de que a cambio él/ella se ocupe de él/ella.
Usa el sexo para apegarse a la otra persona.
No puede decidir y busca que otra persona le diga qué hacer.
Sensibilidad a la crítica o a las respuestas de otros.
Sobre reacción al conflicto. Tendencias extremistas (arrebatos explosivos).
Ansiedad y miedo cuando la otra persona se va.
Termina relaciones antes de que la otra persona lo haga.
Celos y sospechas de que la otra persona herirá, engañará, o dejará incluso cuando no hay señales.
Se asusta de su propia autonomía porque cree que, si logra hacer las cosas sin apoyo de otros, nadie se ocupará de él/ella en el futuro.
Empatiza fácilmente con los demás, se identifica con sus emociones y sus sufrimientos, y los utiliza para darles la vuelta y atraer la atención hacia sí mismo.
Usa el sexo como moneda de cambio para mantener su necesidad de atarse al otro.
¿Qué hacer si tenemos la herida de abandono?
La primera etapa para sanar la herida de abandono radica en reconocerla y aceptarla.
Aceptar una herida significa mirarla, observarla detenidamente y saber que tener situaciones que resolver forma parte de la experiencia del ser humano.
Trabajar y sanar al pequeño yo, el ego. Solo a través de un trabajo de indagación personal y transpersonal podremos acceder al origen de nuestra herida.
Requiere fortalecer el amor propio, y cultivar la aceptación y el perdón.
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