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Bypass Espiritual

Foto del escritor: Carmen de Almaría Carmen de Almaría




Un día Nasrudín, maestro espiritual, perdió las llaves de su casa. Ya de noche, el cansado hombre aún andaba a gatas, a la luz de un farolillo de aceite, buscando en vano las llaves. En eso, casualmente, pasó por allí un viejo amigo suyo.

–¡Eh, Nasrudín!, pero ¿Qué haces? –preguntó el buen hombre.

–Estoy buscando mis llaves –contestó Nasrudín desconsolado.

Viendo el abatimiento de su amigo, el hombre que era muy bondadoso, decidió echarle una mano y ayudarlo en la búsqueda.

Pero los minutos pasaban y pasaban y las llaves de Nasrudín no aparecían por ningún lado. Al cabo de un buen rato de búsqueda infructuosa alrededor del farolillo, aquel hombre, que no veía nada clara la situación, quiso entender qué había sucedido realmente:

–Vamos a ver, Nasrudín: pero ¿tú dónde has perdido las llaves?

–En el jardín de casa –murmuró él.

–Entonces, ¿Qué hacemos buscando aquí, alrededor del farol?

–Hombre, ¡pues porque aquí hay más luz! –contestó Nasrudín sin pensarlo dos veces.


Al igual que Nasrudín, en ciertas ocasiones me veo apreciando un problema desde un ángulo que no me ayuda a solucionarlo. A veces lo hago porque es más cómodo, y otras porque cierta creencia me lo facilita. Y si miro a mi alrededor, podría decir que no soy la única que aprecia equivocadamente un problema. Hay algo en todos nosotros que creemos que nos facilitamos un resultado, un resultado que al igual que a Nasrudín, no era el que esperábamos.


John Welwood, -psicólogo norteamericano- es quien acuñó el término BYPASS ESPIRITUAL en 1984 a partir de lo que observaba en su comunidad budista. Y este término también es conocido como “trascendencia prematura”, “inflación espiritual”, e inclusive “espiritualidad de consumo rápido”. Entonces, podría decir que Bypass Espiritual es elevarnos por encima de nuestra compleja humanidad antes de aceptarla, reflexionarla, enfrentarla y haber hecho las paces con ella.

Estas ganas de elevar y no ver vienen de la verdad absoluta, -ella dice que todo es inmutable, eterno y trascendente, que somos unidad. Pero… ¿Cómo atender los asuntos de la verdad relativa - aquello que está sujeto a cambios, sujeto al tiempo y es dependiente- con la verdad absoluta? Esta hermosa verdad absoluta es utilizada para descalificar nuestras necesidades humanas, nuestros asuntos psicológicos, nuestras dificultades vinculares o de crecimiento y desarrollo.

Evadir nuestros miedos, carencias y heridas, ignorarlos, negarlos e inclusive intercambiarlos por positivismo tóxico es a lo que se le llama “bypass espiritual”.


A nadie le es fácil ver, aceptar y sanar sus sombras, sus miedos, su oscuridad. Sanar como reconocer, sanar como descubrir, sanar como entender y comprender, sanar como resolver, sanar como amar, sanar como perdonar.

Pertenecemos a una cultura que sobre-valora la felicidad, -la buena vibra-, entonces huimos de nosotros cuando nos toca lidiar con nuestros conflictos y dolores. Evitamos la vergüenza de pensar que hay algo malo en nosotros, que no somos luz. Es peligroso creer que la sanación es instantánea, cómoda, y fácil.


El psicoterapeuta Robert Masters dice en uno de sus libros “que cuando nos desconectamos de nuestra dificultad para tolerar y hacer frente a nuestra sombra personal y colectiva esto es el motor que nos lleva a buscar la espiritualidad como refugio o solución fácil a nuestros problemas. En estos casos, las prácticas o creencias no ayudan a elevarnos sino a evitar el costoso tránsito por el auto-examen y la auto-observación, a acallar la voz interior que nos dice que algo no está bien, a barrer bajo la alfombra conflictos y dificultades que piden a gritos ver la luz del día.”


Formas en las que se manifiesta el bypass espiritual


* Desapego excesivo. Consideremos que todos necesitamos vínculos y relaciones saludables, refugio, ropa y medios para vivir, comer, etc. La enseñanza correcta es no sobrevalorar los objetos de nuestra vida y comprender su lugar. La negación de esta verdad puede conducir fácilmente a evitar y reprimir necesidades fundamentales. Además, sugerir que alguien está “demasiado apegado” es vergonzoso e inútil.


* Reprimir las emociones aflictivas, evitarlas no es la solución, ya que ellas nos ayudan a sobrevivir, e incluso pueden ser beneficiosas en determinadas circunstancias. La ira puede proteger las emociones más vulnerables, hacer ver la injusticia y proporcionar la motivación y el combustible para una acción con compromiso. El miedo también sirve para protegernos y puede brindarnos información importante que podemos necesitar. -Silenciar o condenar la ira o el miedo es como poner un vendaje en una herida que requiere drenar y además, sutura.


“Abrazar nuestra vulnerabilidad es riesgoso, pero nunca tan peligroso como pasar nuestra vida huyendo de ella” - Brené Brown


* Amor ciego.

* Inclinación exacerbada hacia lo positivo.

* Ignorar la propia sombra (los aspectos mal vistos de uno mismo).

* Delirios de iluminación.

* Desvincularnos de lo terrenal.

* Somos Uno, sin negar la diferencia.


C.G. Jung: “Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad”.


A tomar en cuenta


* Evitar nuestra oscuridad en nombre de la espiritualidad termina siendo anti-espiritual.


* Considerar la práctica espiritual como un “reino” superior y el trabajo psicológico como “inferior” es sumamente problemático ya que la verdadera liberación y fin del sufrimiento se obtiene mediante la integración de estos dos aspectos. "Así como es arriba, es abajo".


* Tener conciencia espiritual y vivir con los pies en la tierra no son condiciones excluyentes. Como dice Pema Chodron: “Amistarnos con la incertidumbre, aprender a relajarnos en medio del caos, enfrentar nuestros miedos – ese es el camino espiritual”.


* Apostar por el costoso tránsito del auto-examen y la auto-observación.


* Tener compasión de las partes de uno que haya desviado para no afrontarlas.


* En el plano absoluto, todos somos consciencia y amor puro, no hay división ni lucha, todo es perfecto tal y como es.


* La vida espiritual es la mejor opción de vida. Una espiritualidad real, que todo lo integra, que mira a la vida en su totalidad. Una espiritualidad que se vive con plena conciencia y apertura.


* Utilizar la excusa del bypass espiritual para alejarnos de lo espiritual sería también una exclusión de parte de lo real. Una exclusión peligrosa porque ignorar al espíritu es desconectarnos de nuestra esencia y de la Vida. La práctica espiritual que aporte mayor conciencia servirá al crecimiento y a la integración.


* No hay nada instantáneo en el proceso de crecimiento espiritual. Quienes conquistan la madurez en este terreno lo hacen a fuerza de años de trabajo interior y transparencia, sabiéndose pequeños y falibles en cada paso del camino. En términos de Welwood, en ellos la fruta cae del árbol por su propio peso, en lugar de ser arrancada prematuramente de la rama.

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